El alcalde Jairo Yáñez se reunió con los líderes de las asociaciones y sindicatos de vendedores informales de Cúcuta para expresarles la preocupación de la administración municipal por el incumplimiento de las medidas de bioseguridad en el espacio público (tapabocas, desinfección y distanciamiento social) ante la emergencia sanitaria que atraviesa el país.
Aunque la ciudad no presenta altas cifras de contagio y muertes por COVID-19, el mandatario local solicitó la cooperación de este sector para no bajar la guardia, pues hasta que no haya una vacuna definitiva se debe continuar el trabajo preventivo y educativo, de lo contrario, las medidas se endurecerán.
“Mi obligación como alcalde es llamar la atención de manera respetuosa. Tengo dos alternativas, trabajar con pedagogía o aplicar comparendos con el apoyo de la Policía”, expresó el alcalde Yáñez.
Por otro lado, la Secretaría de Gobierno le presentó al Alcalde la propuesta del ‘Protocolo de bioseguridad para ventas en el espacio público en tiempos de COVID-19’, elaborado en consenso entre la administración municipal y los vendedores informales el pasado 16 de junio de 2020 en el Colegio San José. Esta exposición permitió a los líderes de asociaciones y sindicatos de vendedores informales de Cúcuta presentes expresar su opinión al respecto.
De allí surgieron tres compromisos con el fin de salvaguardar la vida: la Secretaría de Salud los apoyará para que tengan la certificación de manipulación de alimentos; el alcalde evaluará, con la junta de expertos en salud, la posibilidad de que algunos vendedores informales retomen su labor en el Parque Santander o sean reubicados temporalmente y se estudiará la posibilidad de sacar en un plazo de 20 días una línea de crédito para ellos, siempre y cuando no tengan problemas con las centrales de riesgo, o si los tienen, buscar alternativas para acceder a los mismos.