En el marco de su visita a Cúcuta para analizar la situación actual de la COVID-19 y ante la ocupación hospitalaria más del 95% en la ciudad, el doctor Luis Alexander Moscoso, viceministro de Salud Pública y Prestación de Servicios, junto al alcalde Jairo Yáñez, en compañía de los representantes de la salud municipal, departamental y demás alcaldes del área metropolitana, llevarán a cabo un Plan de Contingencia Extraordinario que permita evitar una mayor propagación del virus en esta zona de frontera.
“Al llegar a Cúcuta en horas de la mañana hicimos un estudio poblacional donde evidenciamos que al menos un 15% de personas van y vienen sin tapabocas, o no lo portan de la manera correcta, en los distintos puntos de la ciudad. Asimismo, la reapertura de la frontera no está contemplada en estos momentos porque la ocupación hospitalaria está muy alta; una vez bajen los indicadores se volverá a considerar la posibilidad porque no queremos que estas cifras se terminen de desbordar en Navidad”, indicó el viceministro, quien enfatizó en la preocupación que le genera la desobediencia civil ante la avanzada de la pandemia en el municipio.
Garantizar que las EPS sean oportunas en la toma de muestras y en la entrega de resultados es fundamental para medir el impacto viral en este momento coyuntural de la pandemia en época decembrina.
“Las EPS no pueden obviar su responsabilidad, hay que tomar medidas conjuntas con el área metropolitana. También la ciudadanía debe ser consciente con las medidas que se generen porque son para salvaguardar su integridad ante la irresponsabilidad que evidenció el viceministro”, manifestó Jairo Yáñez, alcalde de Cúcuta.
“Debemos unificar criterios porque no servirá de nada que Cúcuta adopte una medida y San Cayetano otra, la gente se está muriendo y debemos actuar con inmediatez”, declaró Eugenio Rangel, alcalde de Villa del Rosario.
Así las cosas, parte de las propuestas que estarían dentro del plan de contingencia dispuesto en conjunto por las autoridades del área metropolitana de Cúcuta son las siguientes:
•Adoptar restricciones de movilidad en las calles de Cúcuta para evitar accidentes.
•Evitar eventos de violencia en festividades.
•Evitar riñas callejeras en horas nocturnas que deriven en heridos.
•Decretar pico y cédula para todas las actividades comerciales y de movilidad en la ciudad.
•Prohibir eventos empresariales, novenas, fiestas de grados, eventos sociales, cancelar eventos que generen aglomeración.
•Otras a considerar.
Lo anterior permitiría evitar un mayor colapso de la red hospitalaria de la ciudad, a su vez, descongestionarla paulatinamente.
Las medidas de restricción se deben hacer por un tiempo de 15 días, para evaluar posterior continuidad de ellas o modificaciones.
Estas medidas deben estar apoyadas con las fuerzas militares y la Policía Nacional para vigilar el cumplimiento de las mismas.
Fortalecer este trabajo en ciudadelas grandes como Juan Atalaya y La libertad donde hay mayor tráfico de personas, y donde las cifras de contagio siempre han sido considerables en estos sectores de vulnerabilidad.
Despliegue de campaña masiva de apoyo por parte de medios donde se trabaje la comunicación de alto riesgo y de crisis para sensibilizar a la población sobre la situación actual del virus en la ciudad.
Aumento y fortalecimiento de capacidad diagnóstica, y realizar plan de choque con las IPS para cargar oportunamente a las diferentes plataformas los resultados que se tengan pendientes; se deben procesar diariamente un mínimo de 1.800 pruebas, donde lo más óptimo sean 2.500 realizadas.
En las próximas horas y mediante decreto unificado las autoridades darán a conocer estas y otras medidas tomadas, donde el objetivo es primar la salud y el bienestar de todos los territorios donde converge esta zona de frontera.
Asimismo, el llamado de la administración municipal es a tomar conciencia sobre responsabilidad que ha tenido cada quien, en cuanto al cumplimiento de los protocolos y de las tres medidas mínimas de autocuidado como el uso del tapabocas, el lavado de manos y el distanciamiento físico. De acuerdo a las declaraciones del viceministro, el mal accionar de la ciudadanía es un factor de incidencia en la avanza del virus en la ciudad.
La COVID-19 sigue muy activa en la región; los fallecimientos y contagios en el personal médico evidencian que, de no acatar las medidas, la situación será peor.
