La crisis en salud pública a causa del coronavirus en Cúcuta, no es la única situación a la que la administración municipal le hace frente, existen otros escenarios ambientales con presencia permanente en la ciudad como el dengue, el zika o el chicunguña, hacen parte de la lucha de los funcionarios de la salud para salvaguardar el bienestar de la ciudadanía.

Es por eso que desde el grupo de Enfermedades Transmisibles por Vectores (ETV) de la Secretaría de Salud, se vienen desarrollando una serie de actividades de inmersión comunitaria para desnaturalizar los criaderos de mosquitos y reducir los casos de las enfermedades previamente mencionadas.

En ese contexto los profesionales hicieron presencia en el barrio Nueva Ilusión donde se realizó una jornada de ordenamiento del medio que, en otras palabras, consiste en disminuir la carga vectorial en escenarios ambientales de vulnerabilidad.

Es así como a través de acciones de responsabilidad social y en conjunto con Veolia, se realizó la poda de material vegetal limítrofe con ductos de aguas negras y cuerpos temporales de agua presentes en esa comunidad.

Más de 10 metros cúbicos de material inservible y otros residuos entre los cuales se encontraban partes del sector mobiliario, llantas, botellas y otras piezas con altas posibilidades de acumulación de agua, fue el balance que dejó la jornada en beneficio de esa población.

Además, y en conjunto con la empresa El Roble, recuperadora de la región, se podrá reciclar hasta 3 metros cúbicos de vidrio y plástico, para dar un impacto positivo al medio ambiente de Cúcuta promoviendo nuevos usos para dicho material con las cadenas productivas de la ciudad.