A doña Elda, una habitante de Buena Esperanza, en la zona rural de Cúcuta, siempre le habían comprado los 40 kilos de papaya que produce su huerta, en 18 mil pesos. “No me daban más y como nadie viene hasta acá a comprar lo que produzco, pues me tocaba venderlo a lo que me dieran”, dijo con cierto dejo de resignación a los funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Social, de la Alcaldía de Cúcuta, que llegaron a visitarla hace unos días.
Juan Diego Peña Canal, subsecretario de Desarrollo Social y quien lidera el programa Campo-Ciudad, es tajante a la hora de definir esta apuesta de la Alcaldía que lidera el ingeniero Jairo Yáñez: queremos disminuir el número de intermediarios que participan en la compra de los productos que se generan en nuestra zona rural.
En ese sentido, agregó, desde la Secretaría de Desarrollo Social nos encargamos de llevar, hasta las fincas de nuestros campesinos, a los compradores que, al no haber intermediarios, pueden pagar a un mejor precio lo que se produce en la zona rural de nuestra ciudad.
Por eso, gracias a este programa, a doña Elda le compraron, por primera vez en su vida, el kilo de papaya a mil pesos. “Jamás pensé que los 40 kilos que siempre me habían pagado a 18 mil pesos, se pudieran vender en 40 mil. Le agradezco mucho a la Alcaldía de Cúcuta por hacer esto posible y por traer hasta mi casa a la persona que me compró a este precio”, dijo.
Evaristo Ramos Pérez, de 64 años, fue uno de los millones de colombianos que emigraron hace décadas a Venezuela en busca de un mejor futuro, cuando el país caribeño vivía una bonanza económica gracias a su industria petrolera.
“Allá me iba bien, logré hacerme a una tierrita, en la que sembraba varios productos y hasta tenía mis animalitos. Pero luego la situación empezó a ponerse muy difícil, al punto de que con la familia decidimos regresarnos para Colombia en el 2014”, contó Evaristo.
Después de haber tomado la decisión con su familia de regresarse para Colombia, Evaristo puso en venta todo lo que tenía, buscando capitalizarse y empezar una nueva vida en la tierra que lo vio nacer.
“Vendimos todo, pero cometí el error de guardar el dinero en la casa por unos días mientras nos regresábamos, con la mala suerte de que nos llegaron unos bandidos y luego de amenazarnos, nos robaron todo”, recordó Evaristo con profunda tristeza.
Sin nada más que la ropa que tenían puesta ese día, Evaristo y su familia decidió regresarse para Colombia, pero no para la Costa Caribe, de donde es oriundo, sino para Cúcuta, quizás guardando la esperanza de algún día volver al vecino país.
“En Venezuela vivíamos desde 1989. Fueron muchos años en ese país, donde además nacieron mis dos hijos, que hoy tienen 20 y 17 años. Buscando oportunidades encontré a un señor que me dio la mano en Guaramito, donde le cuido unas tierras a un señor que me dio un pedazo para sembrar plátano y guayaba”, dijo Evaristo.
Y fue precisamente hasta allí, hasta la vereda Fundación de Guaramito, en la zona rural de Cúcuta, adonde llegaron los funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Social de la Alcaldía, con un comprador que le pagó a muy buen precio la tonelada y media de plátano que había recogido junto a sus dos hijos.
“Estoy muy agradecido con la Alcaldía de Cúcuta por haberme tenido en cuenta para el programa Campo-Ciudad, pues ahora vienen hasta mi casa los compradores del plátano y la guayaba que siembro con mi familia”, finalizó Evaristo, a quien una reciente tormenta que azotó la zona rural le afectó la vivienda donde vive con sus seres queridos y que, con el fruto de la venta de su cosecha, espera reparar.
‘ALIADOS POR EL CAMPO’
Sergio Maldonado Huertas, secretario de Desarrollo Social, anunció esta semana que gracias a un convenio que firmó la Alcaldía de Cúcuta con el Banco Agrario, campesinos de la zona rural van a poder acceder a créditos de hasta 13 millones de pesos.
“La línea ‘Aliados por el Campo’, surge de un convenio con el Banco Agrario que le permitirá a la Alcaldía compensar la tasa de interés de los pequeños agricultores de la zona rural de Cúcuta. Para esto hay disponibles 1.400 millones de pesos, a los que los campesinos pueden acceder con créditos de hasta 13 millones de pesos”, aseguró Maldonado.
El secretario agregó que este dinero puede ser utilizado para capital de trabajo o inversión.
“Con este convenio, la Alcaldía compensará 5 puntos de la tasa de interés que se fije para el crédito. Por ejemplo, si antes por 10 millones de pesos, un campesino pagaba 650 mil pesos al año (tasa de 6.5%), ahora solo pagará 150 mil pesos al año, porque la Alcaldía le compensará el 5% de su crédito”, finalizó el secretario de Desarrollo Social.