ALCALDÍA DE CÚCUTA INVITA A LAS MUJERES A REPORTAR CASOS DE CIBERACOSO

El ciberacoso contra las mujeres es una de las expresiones más alarmantes de violencia de género en la era digital. A través de redes sociales, plataformas de mensajería, foros y otras herramientas tecnológicas, miles de mujeres enfrentan diariamente ataques destinados a intimidar, humillar, controlar o silenciar su participación en espacios públicos y privados. Aunque ocurre en entornos virtuales, sus efectos trascienden la pantalla y afectan la vida real de manera grave y profunda.

El ciberacoso puede presentarse de múltiples formas, entre ellas el envío repetido de mensajes ofensivos o amenazantes, la difusión no consentida de imágenes o videos íntimos, la creación de perfiles falsos para dañar reputaciones, la vigilancia constante o el chantaje digital. También incluye prácticas como el “troleo” coordinado, la manipulación de información y los ataques masivos con el fin de desalentar la opinión o presencia pública de mujeres, especialmente aquellas que ejercen liderazgos, activismo o trabajos visibles.

Uno de los rasgos más preocupantes del ciberacoso es su capacidad de amplificación. Un solo ataque puede replicarse en segundos, alcanzando a miles de personas y exponiendo a las víctimas a una violencia continua, difícil de detener y profundamente traumatizante. Además, el anonimato y la falta de regulación adecuada generan un entorno donde los agresores actúan con mayor impunidad.

Las consecuencias del ciberacoso incluyen ansiedad, miedo, aislamiento social, deterioro de la salud mental y, en muchos casos, la autocensura. Esto limita el acceso de las mujeres a espacios digitales seguros, restringe su libertad de expresión y reproduce desigualdades de género.

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